Definitivamente el mundo está en crisis, estamos viviendo una época de transición, y no necesariamente negativa; sin embargo, debemos aceptar que a nivel global se están viviendo cambios en todas las industrias y la industria deportiva no es la excepción. A medida que el coronavirus se ha esparcido al rededor del mundo, los deportes como los conocemos tradicionalmente han sido paralizados, pero, por otra parte, las competiciones organizadas por medio de videojuegos se han convertido en la rama deportiva más atractiva y adaptable de la industria actual.

Las ligas de todos los países están detenidas, Wimbledon se cancela por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial y los Juegos Olímpicos de Tokio se posponen hasta 2021, pero ¿qué pasa con los aficionados? Los espectadores deportivos están más ansiosos que nunca.

Los esports también conocidos como deportes electrónicos son un modelo emergente de los videojuegos, es una actividad en la que dos o más jugadores interactúan y compiten profesionalmente ya sea online u offline.

Cualquiera pudiese imaginar que al espectador no le generará motivación ver como otros juegan, en lugar de él mismo portar los controles, sin embargo, se ha comprobado que esto no es así, los espectadores realmente se apasionan por ver a los profesionales jugar y datos han comprobado que a partir del año 2016 vemos un crecimiento anual de mínimo el 15% en la audiencia de los esports.

Podemos tomar como referencia el Campeonato Mundial de League of Legends disputado el año pasado, en el que se tienen registrados más de 44 millones de espectadores, que vieron a todo color al equipo Chino de FunPlus coronarse como campeón mundial junto a un baúl personalizado de alta tecnología diseñado exclusivamente para el evento, ni más, ni menos que por la marca Louis Vuitton.

Según Agencia de investigación de deportes y juegos Newzoo, durante el 2019 el mercado de deportes electrónicos obtuvo un valor de más de 1,100 millones de dólares. Y de dicha cantidad un poco más del 80% formo parte de las transmisiones, patrocinios, medios y publicidad.

Y si tomamos las circunstancias actuales, está claro que está rama vivirá un crecimiento exponencial este 2020, y sobre todo, las grandes marcas ya se están dando cuenta de ello y claro está que nadie se quiere quedar sin participar en la búsqueda del gran tesoro. Los esports ya son un negocio del futuro, un futuro no tan lejano, y sobre todo un futuro muy rentable.

Estás competiciones deportivas no sólo se transmiten en medios digitales, han llenado estadios con miles de aficionados y día con día, consiguen atrapar el interés de nuevos espectadores de todas las partes del mundo. Es cierto, que de momento no hay competencia. Según otro estudio de la compañía Newzoo: los esports podrían llegar a superar en espectadores e ingresos finales como la Super Bowl o la Champions League de fútbol en menos de diez años. ¿Te imaginas?

Si ya vivimos en una era en la que podemos tener miles de herramientas en la palma de nuestra mano ¿por qué las competiciones deportivas tendrían que ser diferentes? Si la definición de deporte es una actividad sujeta a determinadas normas, en que se hace prueba, con o sin competición, de habilidad, destreza o fuerza física. ¿En qué se diferencian los deportes electrónicos?

La idea de requerir fuerza física forzosamente para que algo sea considerado un deporte, no es correcto. Si fuese así, ¿en qué categoría entraría el ajedrez o el tiro olímpico? considerados actualmente, como un deporte, en dónde más que un esfuerzo físico, requieren una destreza meramente mental.

La industria de los videojuegos puede parecer casi infinita, por lo tanto, ¿qué se requiere para ser considerado un eSport? Todos los esports son videojuegos, sin embargo, no todos los videojuegos pueden ser un esport. Entre las características más importantes para estar contemplados en esta industria, el juego deberá contar con:

Multijugador: el juego deberá habilitar el enfrentamiento entre dos o más jugadores.

Reglamento oficial: deben formar partes de ligas oficiales que son las encargadas de organizar dichas competiciones a nivel profesional.

Popularidad: deben poseer cierto número alto de aficionados y seguidores, con ello, medios de comunicación pertinentes que se encarguen de la transmisión de las competiciones.

Tal vez en México aún es difícil imaginar como es que millones de personas forman parte de una comunidad deportiva meramente digital, pero no hay que descartar que inclusive en nuestro país, la eLiga ya es una realidad; puede que haya surgido como una solución momentánea para los medios de comunicación y equipos de fútbol, sin embargo, ¿estamos seguro de que sólo será temporal?

Antes de terminar, cabe recalcar que México está posicionado como el segundo país a nivel Latinoamérica con mayor número de seguidores de esta categoría, número doceavo a nivel internacional, y con más de 55.8 millones de jugadores, con esta información, reflexionemos ¿es descabellado invertir en los esport? ¡AL CONTRARIO!… sería descabellado pensar en no invertir en esta nueva industria. En Sponsor Arena seguros del potencial comercial para las marcas y sabemos que el momento ideal para invertir en esta nueva era digital. La pregunta es ¿Estás listo para permitirle a tu marca dar el gran paso a la era deportiva?

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